SOBRE CARLOS CORREDERA
Carlos Corredera (La Vall d’Uixó, 1978). Autor polifacético: pintor, ilustrador, diseñador, creativo con sede en Valencia. Desde niño acudió a clases de pintura y ya nunca ha abandonado la expresión plástica en diferentes formatos, realizando su primera exposición individual en 1995. Estudió diseño gráfico en la “Escola d'Art i Superior de Disseny” de Castellón y ha trabajado como diseñador y creativo, primero en agencia-estudio y posteriormente ya en solitario. Guionizó, diseñó y maquetó en volumen proyectos de fallas y hogueras aportando nuevas soluciones al formato. Paralelamente a todo ello siempre ha seguido experimentando en su obra personal. Actualmente componiendo la serie pictórica “Los Vacíos Cotidianos”.
LOS VACÍOS COTIDIANOS
Exposición del viernes 10 de febrero
al jueves 9 de marzo de 2017
Más que un “yo”, tal vez somos un espectador de ese yo y de tantos otros estímulos y emociones que experimentamos. En el fondo somos un vacío, un escenario enorme por donde van discurriendo personas, situaciones, pensamientos o emociones. El espacio donde todo viene y va, lo bonito y lo feo, pero que en si es eternamente silencioso y libre, sin alterarse en absoluto. En esta serie pictórica suelo desprender a los personajes de su rostro, símbolo mas usual de la identidad (la foto de carnet) y se hacen conscientes de ese vacío ilimitado que son.
Carlos Corredera
El ritmo en la línea y la simplificación de la forma hasta los elementos más básicos –sin obviar las
referencias textuales que abarcan desde Pasolini hasta Depeche Mode- para desarrollar el tema del vacío, entendido como la conciencia plena de uno mismo, nuestra auténtica existencia más
allá de las construcciones sociales o culturales a través de la identidad que nos asignan -o que nos asignamos- y la mayor o menor resistencia de esas construcciones en nuestras
relaciones personales y sociales. La búsqueda de ese vacío afecta a determinados
principios considerados absolutos y asumidos por la tradición –caracterizados por Corredera mediante la reinterpretación de diversos tipos iconográficos heredados de la tradición
judeocristiana, una constante en su producción- y su permanente deconstrucción o mutación a través de la duda, la renuncia y la suspensión de cualquier certeza.
Alejandro Lagarda (Historiador del Arte)